jueves, agosto 17, 2006

¿Dónde está Ramiro Restrepo?

CASSADAGA, NY – Ramiro Restrepo fue el diseñador de Tiempo Apócrifo desde noviembre del 2005 hasta mayo del 2006. Con el tiempo, gracias a sus esporádicas diatribas editoriales o su impecable ojo para el detalle gráfico, Ramiro se convirtió en parte imprescindible de nuestra publicación. Lamentablemente, la investigación policial en la que Tiempo Apócrifo se vio envuelto obligó al señor Restrepo a desaparecer sin dejar rastro.

Ramiro Restrepo es un inmigrante que, como tantos otros trabajadores ilegales, abandonó su tierra natal y a su familia para buscar una vida mejor. Lamentablemente sus sueños serían suspendidos cuando el detective Herbert Gómez del Escuadrón de Casos Criminales del Condado de Suffolk, decidió convertirlo en el principal sospechoso en el asesinato de Augusto Argueta.

La investigación destapó una serie de irregularidades en las finanzas del periódico Tiempo Apócrifo y su principal adversario, The Guatemalan Times. Ambas publicaciones estaban bajo la dirección administrativa de Augusto Argueta, quien al parecer los utilizaba como fachada para lavar dinero de procedencia dudosa.

Ramiro Restrepo es un hombre acostumbrado a vivir en la sombra y en el anonimato. Cuando vio el rumbo que tomaba la investigación, simplemente empacó unas cuantas pertenencias y se largó. No volvimos a saber de él hasta el 14 de junio, día que fue arrestado en el condado de Chautauqua, al sudoeste del estado de Nueva York, cuando fue sorprendido orinando en una acera pública. Las autoridades de aquel condado no se molestaron en investigar los papeles del señor Restrepo, que ahora se hacía llamar Román Restrepo. Lo condenaron a 30 días por conducta indecente y se olvidaron de él.

Fue entonces que ocurrió algo inesperado. Ramiro Restrepo escapó de la Correccional del Condado de Erie abriendo un agujero en el techo con un abrelatas que se había robado de la cocina. El Comisario de Chautauqua simplemente se encogió de hombros, luego se enteró que al tal Román solo le quedaban cuatro días para completar su condena y la fuga se convirtió en la broma del momento.

Todos se hubieran olvidado de Román Restrepo si no fuera que dos días más tarde un policía fue herido de gravedad al tratar de apresar a un sospechoso que encajaba con la descripción de Restrepo.

El hecho ocurrió frente a una gasolinera a ochenta kilómetros de la correccional, y desató una de las pesquisas más intensas de los últimos años. Los retenes y registros de vehículos se convirtieron en algo natural en los condados rurales del oeste de Nueva York. Fue en uno de éstos retenes que un oficial de policía hirió fatalmente a un hombre de 25 años quien se rehusó a que registraran su vehículo. Esta semana la policía estatal duplicó la recompensa por la captura de Ramiro Restrepo, llegando a los $ 50.000 dólares.

Las autoridades locales piensan que Restrepo se oculta en los bosques aledaños. Con cada día que pasa, con cada retén y sobre todo con la indignación de la comunidad ante la muerte de un inocente, la figura de Restrepo ha pasado de un vagabundo anónimo a una especie de héroe del folclore local. Ahora en cada gasolinera de la zona se pueden comprar camisetas que rezan: Where is Román?

Otras camisetas, que se venden en Internet o en los negocios de tabaco de la reservación indígena, han tomado una actitud que resulta extraña en una comunidad tan respetuosa de la ley y el orden: Run, Román, Run!

“No lo van a capturar muy pronto,” dijo Doug Canfield, de 72 años, trabajador retirado de Sinclairville. “Si me lo encontrara en el camino probablemente le daría comida y ropa limpia y le diría que se largue lo más pronto posible.”

El condado es conocido por sus campos de cacería, sus viñedos y la Institución Chautauqua, donde el presidente Bill Clinton se preparó para su debate con Bob Dole en 1996. La villa de Cassadaga no tiene un departamento de policía y la gente normalmente deja vehículos abiertos con las llaves puestas. Ahora, en algunos sectores de los caminos secundarios hay más carros de policía que viviendas.

“Me parece que es un desperdicio de dinero,” dijo Mr. Canfield, que no cree que Restrepo haya sido capaz de dispararle a un oficial. “Fue probablemente otro accidente. Dicen que el agente se disparó en la pierna antes de desenfundar.”

Restrepo ha inspirado un plato típico, la Hamburguesa Román es muy popular en el Salón de la Abuela, que por supuesto solo se sirve “to go.”

“No es que estemos de acuerdo con Román,” dijo Lori Zandrowicz, la dueña del restaurante. “Es que últimamente hay tanta tensión que queríamos hacer algo para despejar el ambiente.”

Otros, especialmente los oficiales de la patrulla de caminos, se han tomado muy en serio esta casería que ha obligado a policías uniformados a soportar el calor y la humedad de ésta época del año.

“Si fue capaz de dispararle a un policía, es capaz de dispararle a cualquiera,” dijo Rebecca Gibbons, una oficial de la patrulla de caminos. “Nos gustaría que esto termine de una manera pacífica. Si el señor Restrepo se entregara sin oponer resistencia toda esta gente podría regresar a sus vidas normales.

Algunas entrevistas a reos dicen que Restrepo escapó porque no se quería dejar de asistir al cumpleaños de una de sus hija, y al parecer el no sabía que la fecha de su liberación estaba tan cercana.

El señor Restrepo tiene sangre aborigen en sus venas, y un poco del misticismo de los nativos de la reservación ha inspirado a algunos de sus simpatizantes.

“Algunos shamanes pueden cambiar de forma,” dijo Juanne Wiles, de 45 años, una trabajadora postal. “Puede que suene ridículo, pero para mí es la única razón posible para que no lo hayan atrapado. El cambia de formas. No sé cómo decirlo. Se puede convertir en un pájaro o en una ardilla.”

La señora Wiles y su marido escuchan las noticias de la cacería en un radio de honda corta. “Si lo atrapan, será muerto,” nos dijo, apesadumbrada. “Nunca se entregará vivo. Él luchó en las junglas de El Salvador junto al Che Guevara. Román no le teme a la muerte.”

La mayoría de los policías no son del área, hecho que no les ha caído muy bien a los locales. Michele Jones, de 46 años, la dueña de un comedor en Sheridan, sonreía al recordar algunos de los agentes cuando llegaron a su casa y se enfrentaron con su ganso mascota. Uno de ellos parecía muy alarmado y le pregunto si el ganso no era peligroso.

“Sí, por supuesto,” respondió ella. “No le den un abrelatas porque se fugará en un santiamén.”

“Tienen miedo de un ganso y piensan atrapar a Román,” dijo la señora Jones. “Al principio no me molestó, hasta que una agente me detuvo cinco veces en un día, ¡y todavía no me reconoció! Si quieren que les ayudemos podrían dejarnos saber más detalles y así nos sentiríamos parte de la investigación.”

Algunos oficiales han criticado la Hamburguesa de Román, criticismo que la dueña del restaurante niega rotundamente.

“Ahora resulta que somos agitadores,” dijo la señora Zandrowicsz. “¡Por favor! El crimen es algo serio. La hamburguesa no lo es.”

Los empleados del Salón de la Abuela han pensado en hacer una sándwich de la Patrulla de Caminos, pero hasta el momento no se les ocurre nada.

“Podría ser un sándwich de ganso,” dijo la señora Zandrowicz. “¿Pero ganso con qué? Tendría que ser algo bien desabrido.”

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