martes, febrero 20, 2007

Sorpresas de Internet

El domingo recibí un correo electrónico un tanto extraño.
El mensaje era ceñido pero lleno de significado:
Hola Guillermo, somos Cholula 1* y Cholula 2* desde Mendoza, Argentina. Queremos saber si sos vos, el "mismísimo." Si sos, vas a entender el mensaje... en ese caso, que bueno haberte encontrado.
De no ser así, saludos.

Fue como encontrar un mensaje en una playa desierta.
En seguida improvisé una respuesta. Como quien lanza una botella al mar.
Sin muchas vueltas relaté un par de episodios que recordaba de las dos Cholulas, temeroso de que mi carta fuera demasiado larga comparada a la que la había incitado.
A la mañana siguiente encontré la contestación de Cholula Número Uno.
Siete páginas y media tenía la contestación.
Fue la sorpresa del milenio. La leí como diez veces y aún así no podía creerlo.
Cholula es... ¿cómo explicar a Cholula?
Cholula es una mujer muy bella con la que tuve un engayolamiento feroz hace algunos años. Luego perdimos contacto... yo me vine a Nueva York. Ella se quedó en Mendoza. El mundo siguió con su manía de solsticios y equinoccios... disculparán la frase melodramática, es que la historia se parece al melodrama y no hay otra forma de contarla.
Durante mucho tiempo nos olvidamos. O nos recordamos cada tanto, de una forma póstuma... pero esa no es la palabra.
Leer la carta de Cholula fue como entrar en una máquina del tiempo y retroceder veinte años. El recuerdo es una materia viscosa, hay cosas que hemos olvidado por años pero basta que alguien las mencione para que afloren con una intensidad nueva.
La carta de Cholula, y la mía sin darme cuenta, estaban llenas de éstos momentos que rebotaban entre sí y generaban nuevos recuerdos.
Una cosa que yo había olvidado por completo, es que en algún momento le presté a Cholula un libro de Cortázar, "Las armas secretas." En la carta me decía que todavía tenía mi libro... y un tiralíneas que no me imagino para qué puedo habérselo prestado. Parece que para mí, en aquella época era perfectamente normal tener o prestar un tiralíneas.

Cuando yo era niño, veía una serie de televisión que se llamaba "Cosmos 1999." Una explosión nuclear había desviado la órbita de la luna y los habitantes de la base lunar trataban de sobrevivir. En aquel entonces, 1999 parecía un futuro inalcanzable. Pero como todas las fechas de ciencia ficción, cuando llegan no se parecen en nada a los originales.
Ahora, 1999 parece un pasado sumamente remoto.
Yo recuerdo el año porque fue cuando me conecté a Internet. Escuchar el chisporroteo electrónico del módem por primera vez es una experiencia extraña. Es como que por un segundo el computador ha adquirido voluntad propia y busca conectarse con sus pares. Y en cierto sentido es así.
Una de mis primeras sorpresas fue que cinco minutos luego de haberme conectado ya estaba leyendo la edición digital del Diario Los Andes, de Mendoza.
Desde aquél primer encuentro me di cuenta de que ese invento
del Internet tenía futuro.
Ocho años más tarde descubro que tanta tecnología nunca me había parecido tan mágica, hasta que recibí el correo de Cholula.

* He cambiado los nombres para proteger a los inocentes, pero a lo mejor más tarde y con la debida autorización de las mencionadas Cholulas, incluyo sus fotografías, sus números de cédula y lo que es más importante, los números de teléfono.

domingo, febrero 18, 2007

Windows Vista vs. Mac OS X

Windows Vista, el nuevo sistema operativo de Microsoft, enfrentaba dos problemas serios con su debut.
Primero tenía que ser una versión lo suficientemente revolucionaria como para justificar los retrasos de casi seis años. Segundo, tenía que hacerle frente a su principal competidor en el mercado: Mac OS X, que según el eslogan de Apple es el
“Sistema Operativo más avanzado del planeta.”
La primera parte del dilema está resuelta. A pesar de todo, Windows se va a vender como siempre se ha vendido. Las fluctuaciones de la bolsa de valores, la guerra de Iraq, el precio del petróleo, las infortunios del .dll desaparecido o la existencia de sistemas operativos más modernos, no van a interferir con su asimilación voraz del mercado.
En cuanto a la segunda parte… digamos que Vista ha tomado prestados varios elementos de Mac OS X y los ha revestido de su ideal corporativo. Como resultado Vista se ve veinte veces mejor que Windows XP, pero sin embargo la
“experiencia del usuario” deja mucho que desear.
Mac OS X es eficiente y silencioso. Se oculta tras bambalinas nos deja trabajar tranquilos. Si conecto un teclado el sistema lo reconoce y lo pone a funcionar. Windows en cambio, tiene que avisar que el teclado ha sido activado y que está funcionando. Lo mismo si conectamos un disco duro externo, con solo ver la imagen montada en el escritorio sabemos que el disco está listo. Solo cuando algo no funciona como es debido aparece un mensaje de OS X.
Windows es… en fin, un sistema hiperactivo que abusa del chocolate y la cafeína. Todo el tiempo tiene que informarnos lo que está haciendo. Y constantemente cuestiona nuestra habilidad frente al teclado. ¿Está seguro que quiere mandar ese archivo al tacho del reciclado? ¿Está seguro de que quiere vaciarlo? ¿Está seguro que quiere conectar a ésta red inalámbrica? Mire que no está asegurada.
¡Coño! ¡Por supuesto que no es segura! ¡Si estoy usando el router del vecino!
En otras palabras, en una Mac se puede trabajar por horas y hasta días sin tener que interactuar directamente el sistema. Con Vista, eh… eh… eh… el sistema operativo demanda atención constante.
Otro problema que tiene Windows Vista es el síndrome de: “¿Y ahora cómo se hace esto?”
A pesar de las repetidas notificaciones de Vista, hay veces que es difícil encontrar información básica. Por ejemplo, en Windows XP hay un panel de control que se llama Add and Remove Programs. No es nada elegante pero es directo. Uno sabe para qué sirve, no hay que andar adivinando. Agrega o remueve programas, punto.
¿La versión de Vista?
Programs and Features.
Er… ¿Cómo dijo? ¿Y eso con qué se come? El nombre realmente no da muchas pistas… aparte de que se trata de programas y… ¿características? ¿Cómo se traduce
features? Sin embargo Add Hardware es el mismo en las dos versiones.
Otro ejemplo: en XP uno ajusta las opciones de pantalla usando el control
Display. Claro y conciso. En Vista esto mismo está enterrado bajo Personalization. Debe ser porque cuando uno quiere cambiar la resolución de la pantalla eso es lo primero que nos viene a la cabeza. Personalizar.
Podría seguir adjuntando ejemplos pero la idea es esa. Al nivel del la interfase del usuario, Vista más a menudo es diferente en vez de ser mejor. Aún así, debo admitir que Vista es una gran mejora con respecto a Windows XP. Aunque esto podría ser un comentario sobre lo lamentable que era XP.
En cuanto a seguridad, uno de los problemas que se han tomado más seriamente en ésta encarnación de Windows… el veredicto está por verse. A primera vista el sistema es más restringido y en algunos casos hasta molesto. Los cambios en
Internet Explorer son los que ponen en evidencia el rumbo de la metamorfosis, pero en muchas ocasiones las restricciones son frustrantes. El bloqueo de pop-ups en el Explorer en algunos casos impide que se abran hasta las ventanas más inofensivas. La solución más evidente pensé que era deshabilitar el sistema de bloqueo de pop-ups, pero ni aún así el Explorer me permitió llenar los formularios.
Luego de un par de encuentros con éste problema volví a usar
Firefox, que sigue siendo uno de los navegadores más sólidos en cualquier plataforma.
Autorizar para instalar. Eso es algo es estándar en Mac OS X y en cada una de las versiones de Linux que circulan el planeta desde tiempos inmemoriales. Uno necesita la clave de administrador para poder hacer cambios al sistema. Esto tiene el doble propósito de hacer más difícil que yo accidentalmente dañe mi sistema e impedir que un tercero introduzca un código malicioso. Para instalar un programa hay que digitar la clave, y si no tenemos la clave ni siquiera el acceso físico al computador es suficiente.
¿En Windows Vista? Aparece una ventana que pregunta: “¿Está seguro de que quiere hacer esto?” Y luego un par de botones,
Aceptar o Cancelar. Esto más que seguridad parece una broma. Cualquiera que se siente frente a mi computador puede efectuar cambios al sistema e instalar programas. Solo basta Aceptar y menos de dos minutos mi suegra podría bajar un programa de Internet e infectar el sistema con un virus pornográfico.
Resumiendo, Vista vs. Mac OS X es como hablar de Revolución vs. Evolución. Es una actualización masiva que debe competir contra casi seis años de progreso de sus competidores, contra una estrategia muy pulida de actualizaciones regulares que han mantenido a OS X a la vanguardia. La estrategia de Apple ha sido la mejor y esto es algo que Microsoft ha admitido a regañadientes.

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