sábado, diciembre 09, 2006

Se acerca la Navidad

Como siempre las fiestas me deprimen un poco bastante, pero éstas últimas semanas han sido particularmente difíciles.
Tanto que hace poco empecé a llorar sin razón aparente en los momentos menos pensado. De pronto se me corrían las lágrimas y no había forma de parar.
En la casa podía llorar tranquilo. Si alguien me sorprendía simplemente decía que algo en la televisión me había emocionado. Lo que es cierto, últimamente estoy viendo "
Seis pies bajo tierra," (la serie de HBO) y casi no hay capítulo que no me haga llorar. Lo que es lógico porque la serie es dramática y trata de la muerte y la forma como tratamos con la pérdida de un ser querido.
El problema venía cuando mi mujer me encontraba llorando y en la televisión estaban dando
"La Esponja Bob."
Para quién no lo sabe, Sponge Bob es un dibujo animado que mi hijo ve religiosamente cuyo estilo es más bien la comedia. Bastante gracioso si uno no está deprimido.
Mi hijo me consolaba, convencido de que me afligían las maldades de Plancton: "Ya, no llore papa. Mister Krabs seguro va a recuperar la fórmula de las hamburguesas."
En el trabajo el problema del
"llanto súbito" fue más difícil de controlar, porque ahí no podía ocultarme en el baño a cada rato. Opté por comprar un frasco de gotas para los ojos y cada vez que me atacaba el llanto simplemente fingía que me estaba poniendo gotas.
La cosa funcionó bien hasta que ayer mi jefe me dijo que ya no me pusiera gotas porque parecía que todo el tiempo estaba llorando.
Para mí (me imagino que
como para tantos inmigrantes) la Navidad y el fin de año son especiales para la depresión. A uno le da por recordar tantas cosas que no son como aquí...
Obviamente, todo es distinto.
Empezando por el invierno y la comida y el Mall y el intercambio de regalos.
Pero sin embargo hay ciertas cosas que de alguna forma nos acercan.
Como por ejemplo el
llanto súbito y la depresión.
¡Feliz navidad y próspero año nuevo!

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