domingo, octubre 07, 2007

El final de una era.

Hace poco, por una serie de coincidencias cósmicas que me tomaría mucho rato explicar, pasé a ser el dueño de una Power Mac G5 de doble procesador.
Siempre he sido un fanático del software, pero el hardware… el hardware me inspira casi más que Anouk Aimée o Penélope Cruz. Sobre todo cuando éste empieza a mostrar indicios de obsolescencia. La G5 fue descontinuada en Agosto del 2006, o sea que es una computadora que ya no se fabrica… lo que es casi un eufemismo por pieza de museo o pedazo de historia.
Sea lo que sea, es el computador más rápido que ha pasado por las manos de éste triste mortal.
Cualquiera sea la instrucción que estoy pensando, los procesadores ya la han ejecutado. Sin parpadeos, sin retrasos, sin interrupciones. No importa cuantas aplicaciones estén abiertas. No importa qué tipo de maniobras esté practicando. La torre no se inmuta. Solo de cuando en cuando hay una leve variación en la velocidad de los ventiladores. Como si una cosa viva estuviera respirando bajo el escritorio. La torre posee cinco zonas térmicas que funcionan independientemente. Bajo los procesadores hay un sistema de enfriamiento líquido que impide que los dos PowerPC 970FX se conviertan en carbón cuando abuso de Photoshop o Illustrator.
En el verano del 2003, cuando las primeras G5 salieron al mercado, los técnicos de la Universidad Politécnica de Virginia compraron 1100 computadoras Apple G5, las conectaron en línea y construyeron un súper computador que alcanzó el tercer lugar a nivel mundial. El SystemX, lo llamaron, porque el objetivo era alcanzar los 10 teraflops, o sea 10 trillones de operaciones por segundo. Con un costo de 5.2 millones de dólares el sistema fue una baratija, comparado con el Simulador Terrestre de Japón, que en aquel momento era el súper computador más rápido del mundo, cuyo costo se estimaba alrededor de los 400 millones de dólares.
En teoría, el SystemX podía alcanzar una velocidad de 17 teraflops. La velocidad comprobada de 10.28 teraflops fue algo extraordinario, puesto que fue construido en un poco más de dos meses con computadoras que se podía comprar en el CompUSA de la esquina.
Este tipo de poderío tecnológico no pertenecía a simples mortales, finalmente la ciencia ficción alcanzaba a la realidad. Al año siguiente el súper computador del Virginia Tech cambió la arquitectura al Xserve G5 y las 1100 computadoras originales fueron vendidas en Internet. Me pregunto cuántos de los que compraron estos sistemas saben realmente el pedazo de historia que usan a diario.
En la actualidad el SystemX está catalogado número 48 en la lista de los 500 súper computadores más rápidos del mundo. Opera a una velocidad de 12.25 teraflops alcanzando picos de hasta 20.24 y todavía es el sistemas más poderosos instalado en una universidad.
La G5 que reside bajo mi escritorio pertenece a otra generación. Apareció en el mercado el verano siguiente, en el 2004 y dos años más tarde fue descontinuada para dar paso a la línea de las Mac Pro. Procesador Intel.
Ese fue el final de una era. La era del procesador PowerPC. Una era que pienso estirar por varios años rindiendole tributo a éste Power Mac G5 de doble procesador.

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